sábado, 29 de agosto de 2015

Segunda Parte

-Maniobra de Valsalva, maniobra marcante odaglía
-Sincope de hidrocución
-Caidas de sentón o Coxigodinia
-K.O Traumatismo Neurológico
-Lesiones cervicales y sus parentesias y disestesias, consecuencias de lesiones de C3, C5, C6, C7

 

 

Maniobra Valsalva
Mecánica y tipos

La maniobra de Valsalva consiste en una espiración forzada contra la glotis cerrada o por extensión a una resistencia, de lo cual se desprenden dos métodos:

    a) no instrumental, donde el paciente inspira y ''puja'' durante 10 a 15 segundos, soltando el aire bruscamente
    b) instrumentada, donde el paciente sopla a una boquilla conectada a una columna de mercurio hasta alcanzar los 40-60 mmHg, manteniendo este nivel de presión durante 10 a 15 segundos y posteriormente se libera por una válvula dejando escapar el aire bruscamente.

Fases

    a) Fase I. La inspiración y el posterior esfuerzo por expulsar el aire contra la glotis cerrada produce aumento de la presión intratorácica que comprime la arteria pulmonar y las cavidades derechas; la sangre se acumula en el lecho venoso disminuyendo la precarga y el gasto cardiaco derecho. En el lado izquierdo, en el primer instante aumenta de manera rápida y ligera el llenado ventricular izquierdo por expresión del reservorio pulmonar y se incrementa levemente el gasto cardiaco izquierdo, la presión sistólica, la presión diastólica con aumento de la presión de pulso y bradicardia refleja; a estas modificaciones hemodinámicas se les conoce como fase I o de presión.

    b) Fase II. La fase II o de mantenimiento de presión se provoca al sostener la espiración forzada durante 10 a 15 segundos; esto produce disminución gradual de las cifras de presión arterial y de presión de pulso, mientras que la presión diastólica se mantiene fija por aumento de las resistencias vasculares periféricas junto a taquicardia refleja. El retorno venoso disminuido de la fase I y el decremento paulatino del volumen expulsado por el ventrículo izquierdo, desencadena un arco reflejo de los barorreceptores carotídeos, siendo de tipo alfa y beta adrenérgico, lo cual eleva la frecuencia cardiaca y las resistencias vasculares periféricas.4,6-9

    c) Fase III. Al expulsar el aire de manera brusca, hay caída inmediata de la presión que afecta a las venas, la arteria pulmonar, la aurícula y el ventrículo derecho, lo que permite el incremento de su llenado y aumenta el gasto cardiaco y la presión de pulso; los cambios son de carácter transitorio y la presión retorna rápidamente a sus niveles basales. En las cavidades izquierdas la expansión y aumento del llenado de las cavidades derechas junto con la ausencia de presión intratorácica, disminuye el llenado ventricular que transitoriamente baja su presión arterial y su presión de pulso. Esta etapa es conocida como fase III o de liberación.

    d) Fase IV. La fase IV o de sobreestimulación se caracteriza por la recuperación paulatina del gasto cardiaco y de la presión arterial al mejorar el llenado de las cavidades derechas, como se observó en la fase III, y al repercutir en el lado izquierdo (mejora la precarga del ventrículo izquierdo), al mismo tiempo se mantienen elevadas las resistencias vasculares periféricas. Esto aumenta el volumen expulsado, lo cual inhibe a los barorreceptores (que fueron activados en la fase II), terminando la estimulación alfa y beta adrenérgica.




 Maniobra marcante odaglia 
La maniobra de Marcante-Odaglia, también conocida como maniobra de Frenzel.


Esta técnica precisa que el submarinista tapone su nariz de la misma forma que en Valsalva. Para aumentar la presión en la cavidad nasal no intenta soplar, sino que aprieta con la lengua hacia arriba y hacia atrás (no con la punta, sino con la parte posterior). El efecto conseguido es el mismo, al aumentar la presión el aire pasa por la trompa de Eustaquio compensando el oído. Pero, como ya adelantamos, esta técnica es mucho menos traumática y, por lo tanto, tiene una eficacia superior al Valsalva clásico.








Síncope de hidrocución


La hidrocución, popularmente conocida como corte de digestión , es un shock termodiferencial (diferencia brusca de la temperatura) caracterizado por un estado sincopal provocado por el contacto brusco de la piel y de las vías respiratorias superiores con el agua fría, lo que desencadena un reflejo de inhibición de la respiración y la circulación generando una sobrecarga cardíaca derecha que ocasiona en la mayoría de los casos una parada cardiorrespiratoria. Al contrario de lo que muchos creen, no está directamente relacionado con ningún proceso digestivo.






 Factores


  •     Temperatura del agua inferior a los 27 °C
  •      Exposiciones largas al sol antes del baño.
  •      Hipertermia. Es decir aumento de la temperatura corporal que puede estar originado por diferentes circunstancias, como trabajos físicos con temperaturas ambientales elevadas.
  •     Ejercicios físicos violentos con gran sudoración.
  •     Ingesta de psicofármacos.
  •     Traumatismos previos a la entrada al agua:

    Por ejemplo al saltar desde cierta altura y caer directamente sobre el vientre se puede producir una pérdida brusca del conocimiento y paro cardiorrespiratorio por inhibición nerviosa refleja.

    Estado digestivo: Las ingestas copiosas de alimentos previas a la inmersión.


 Sintomas

  • Estado de sopor o de obnubilación. 
  • Sensación de vértigo y zumbido en los oídos.
  • Dolor de cabeza.
  • Fatiga.
  • Enrojecimiento de la piel con picazón y sensación de calor, generalmente en el abdomen y la cara interna de brazos y piernas.
  • Déficit de agudeza visual con visión borrosa.
  • Dolores de localización variable que se presentan en forma de hinchazón, calambres musculares o dolores articulares
  • Erección de folículos pilosos (piel de gallina)










Caidas de sentón o Coxigodinia

La coxigodinia puede originarse después de una caída, de un parto, sucesivos esguinces, torceduras u operaciones quirúrgicas. En algunos casos la causa es desconocida. El dolor puede desaparecer por sí solo o con tratamiento, o puede continuar durante años e incluso agravarse. Es cinco veces más común en mujeres que en hombres, probablemente porque la pelvis femenina deja el cóccix más expuesto. Parece ser que en la mayoría de los casos, el dolor está causado por un cóccix inestable, que ocasiona una inflamación crónica.





 Tratamiento


En posición sentada, el peso del cuerpo agrega presión sobre el coxis y los ligamentos sacrococcígeos.

  •     Otras posibles causas de coxigoidinia pueden ser: infecciones crónicas y disfunciones de la musculatura del piso pélvico. Gente sin lesión de médula espinal y que refiera dolor rectal, típicamente presentará el signo positivo "del salto" cuando los ligamentos sacrococcígeos sean palpados. La Proloterapia sobre este ligamento es curativa en la mayoría de los casos. Algunos pacientes pueden tener flacidez sobre la articulación sacroilíaca, por lo tanto, requieren tratamiento para resolver su dolor rectal.

  •     La sintomatología de la coxigoidinia es casi siempre idéntica en gente sin lesión de la médula espinal.

  •     Los tratamientos médicos tradicionales para el dolor urente rectal incluyen: medicamentos varios, terapia física, colchón inflable y ayuda psicológica. Estos tratamientos proveen sólo alivio temporal.

  •     El dolor rectal crónico es causado por una debilidad en la articulación sacrococcígea, o bien, a una debilidad entre alguno de los segmentos coccígeos. Las inyecciones de Proloterapia debido a que fortalecen las estructuras de soporte de la articulación sacrococcígea, eliminan el dolor rectal crónico.








K.O Traumatismo Neurológico

El traumatismo craneoencefálico (TCE) se define como “una afectación del cerebro causado por una fuerza externa que puede producir una disminución o disfunción del nivel de conciencia y que conlleva una alteración de las habilidades cognitivas, físicas y/o emocionales del individuo”. La lesiones más habituales son las contusiones por golpe y contragolpe, las contusiones por el roce con las estructuras óseas de la base del cráneo y la lesión axonal difusa. El TCE representa un grave problema de salud y es la causa más común de muerte y discapacidad en la gente joven, sin contar las grandes repercusiones económicas relacionadas.





Clasificación


 El traumatismo cráneo encefálico es una enfermedad cerebral enfermedades cerebrales, que se clasifica como leve, moderado o grave en base al grado de conciencia o la escala de coma de Glasgow (ECG).

  •     Leve

    En el TCE leve o concusión (ECG 13-15) los pacientes han experimentado una pérdida de la conciencia menor a treinta minutos y las quejas que se presentan incluyen dolor de cabeza, confusión y amnesia. Existe una recuperación neurológica completa a pesar de que algunos de estos pacientes tienen dificultades de concentración o memoria pasajeras.15

  •     Moderado

    En el TCE moderado (ECG 9-13) el paciente se encuentra letárgico o estuporoso. Clínicamente, los pacientes con TCE moderado requieren hospitalización y pueden necesitar una intervención neuroquirúrgica además están asociados con una mayor probabilidad de hallazgos anormales en las técnicas de neuroimagen. Estos pacientes también pueden desarrollar un síndrome posconmoción. El síndrome posconmoción se refiere a un estado de inestabilidad nerviosa después de un TCE leve o moderado. Las características principales son fatiga, mareo, cefalea y dificultad para la concentración.

  •     Grave

    En el TCE grave o severo (ECG 3-8) el paciente tiene un estado comatoso, no puede abrir sus ojos, seguir órdenes y sufre de lesiones neurológicas significativas. Por lo general tiene una neuroimagen anormal, es decir, a la tomografía computarizada (TAC/TC) se observa fractura del cráneo o hemorragia intracraneal. Estos pacientes requieren ingreso a la unidad de cuidados intensivos (UCI) y la toma de medidas urgentes para el control de la vía aérea, ventilación mecánica, evaluación o intervención neuroquirúrgica y monitorización de la presión intracraneal (PIC). La recuperación es prolongada y generalmente incompleta. Un porcentaje significativo de pacientes con TCE grave no sobrevive más de un año.

    Tratamiento 

  • Sangrado o salida de algún líquido por la nariz o las orejas (otorragia, epistaxis)
  • Dolor de cabeza
  • Cambios en el estado de conciencia
  • Deja de respirar (apnea)
  • Coloración azul o negra bajo los ojos o detrás de las orejas (ojos de mapache)
  • Confusión
  • Pérdida del equilibrio
  • Debilidad o falta de movimiento de una extremidad (brazo o pierna)
  • Tamaño de las pupilas diferente (anisocoria)
  • Habla raro (dislalia, disartria)
  • Convulsiones
  • Vómito (emesis)
  • Pierde el conocimiento, incluso brevemente (amnesia)
  • Tiene mucho sueño somnolencia
  • Se comporta de manera rara
  • Presenta rigidez en el cuello (signos meníngeos: signo de Brudzinski, signo de Kernig)
  • Llanto persistente
  • No quiere comer (anorexia (no confundir con la enfermedad del mismo nombre))
  • Abultamiento de la fontanela anterior (también conocida como mollera) en bebes.
  • Vómito repetido





 Lesiones cervicales y sus parentesias y disestesias, consecuencias de lesiones de C3, C5, C6, C7
La columna vertebral es el órgano de sustentación de nuestro cuerpo y estuche de protección de la médula espinal, que es la encargada de la conducción nerviosa sensitiva y motora) a todo el organismo. Aunque la columna es un «TODO», la diferencia estructural de cada segmento ocasiona diferentes lesiones y patologías, según la parte afectada. La parte más móvil y vulnerable es la columna cervical y, por ello, es la zona que con más frecuencia sufre accidentes que pueden llegar a ser muy incapacitantes.

 Causas 

Por una parte, los accidentes, como los de circulación y deportivos (caídas, zambullidas en piscina, etc.), pueden ocasionar lesiones con distintos grados de gravedad, pudiendo llegar hasta a una parálisis completa (pérdida total de la movilidad y de la sensibilidad). Existen también afecciones médicas de columna, debidas a enfermedades como la fibromialgia, la osteoporosis, la artritis, etc. o de origen locoregional, que pueden ser causa de lesiones en la columna cervical.
Otro grupo de causas vienen determinadas por la realización de las actividades de nuestra vida diaria, incluida la laboral. La realización de estas actividades conlleva la adopción de posturas forzadas o mantenidas que ocasionan principalmente contracturas musculares dolorosas. Esto, unido a que la mayor parte de las veces nos desenvolvemos en entornos poco ergonómicos o adaptados, y al hecho de que muchas veces los dolores cervicales son la expresión de una tensión muscular secundaria a otro problema, como por ejemplo en los estados de estrés, tensión emocional, ansiedad e incluso en la depresión, hace que los dolores de cuello sean frecuentes.

 

Niveles 

  • Nivel C1-C4: Parálisis diafragmática. 
  • Nivel C5: Músculos supra e infraespinoso, deltoides, romboides y bíceps, que realizan abducción del brazo y flexión del antebrazo, respectivamente. 
  • Nivel C6: Pronadores y supinadores del antebrazo (supinador largo), bíceps, braquial y braquiorradial, cuya función principal es la flexión del antebrazo. 
  • Nivel C7: Paresia de los músculos tríceps, flexores y extensores de la muñeca y de los dedos. Dorsal ancho y pectoral mayor. Su función principal es la extensión del antebrazo. 
  • Nivel C8: Debilidad a nivel de flexores y extensores de los dedos, flexor cubital del carpo. 
  • Nivel T1: Paresia musculatura intrínseca de la mano.

 

 Síntomas y tratamiento
El síntoma más habitual que se presenta en los problemas de columna cervical es el dolor, seguido de la dificultad para los movimientos. Por lo general, cuando los síntomas permanecen varios días, aumenta el dolor, éste no desaparece con analgésicos o aparecen síntomas de complicaciones, hay que acudir al médico.
El diagnóstico de las distintas lesiones que se puedan presentar se hará, además de con la exploración clínica y siempre que los síntomas lo aconsejen, por  diagnóstico por imagen: Rx convencional, Tomografía Axial Computarizada o  resonancia magnética. Cada una de las lesiones que pueden aparecer precisan de distintos tratamientos, bien sea convencional, con medicación y tratamiento rehabilitador o quirúrgico, pero muchas de esas lesiones se pueden prevenir.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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